Traducción de Celina González y Miguel Angel Coll. — Tercera edición. — Alianza Editorial, 2013. — 576 p.
Gracias a los avances en la medicina y en la sanidad pública, nuestros patrones de enfermedad han cambiado. Actualmente padecemos enfermedades distintas y tenemos más probabilidades de morir de forma diferente que la mayor parte de nuestros antepasados. Lo que nos preocupa y nos quita el sueño es otro tipo de enfermedades. Y una de ellas es el estrés: atascos de tráfi co, problemas económicos, exceso de trabajo, relaciones sociales... Y el estrés sí puede generar enfermedades. En nuestra vida privilegiada, hemos sido los únicos (del mundo animal) con la suficiente inteligencia como para inventarnos esos agentes estresantes, y los únicos lo bastante estúpidos como para permitir que dominen nuestras vidas. Ante el gran muro de un agente estresante no hay que suponer que existe una solución especial que logrará derribar el muro, lo que hay que asumir es que a menudo, mediante el control de una serie de puntos de apoyo podemos escalarlo. Este libro es una útil guía para ello. Esta nueva edición totalmente actualizada incluye nuevos capítulos y nuevas perspectivas sobre cómo responde el sistema nervioso al estrés y cómo se pueden controlar estas respuestas.
Puede que usted lea esto mientras echa un vistazo en una librería. En ese caso, observe discretamente al tipo que se halla delante de usted en el pasillo cuando no le mire, el que finge estar absorto en el libro de Stephen Hawking. Obsérvelo con detenimiento. No es probable que la lepra le haya privado de algún dedo ni esté picado de viruelas o tenga escalofríos de fiebre causada por la malaria, sino que parecerá hallarse en perfecto estado de salud, lo que quiere decir que tendrá las mismas enfermedades que la mayor parte de nosotros: un nivel de colesterol elevado para un simio, un sentido del oído menos agudo que el de un cazador-recolector de su edad, una tendencia a disminuir la tensión con Valium. Las enfermedades actuales de la sociedad occidental suelen ser distintas de lo que eran; y lo que es más importante, actualmente tendemos a contraer distintos tipos de enfermedades, con causas y consecuencias muy diferentes.